Cualquier elemento puede servirnos para componer una fotografía de paisaje. En este caso tenemos dos elementos básicamente: las nubes y las traviesas rotas. El contraste entre las formas y colores es ideal. Es tema no es muy común, de hay que la imagen sea un tanto singular. Utilice un angular de 22 mm. para capturar las máximas nubes, a la vez este objetivo tiene una distancia mínima de enfoque de 28 cm. y me permitia acercarme a la traviesas para una mayor profundidad en la escena. Debí utilizar un diafragma más cerrado, f:16 por ejemplo, porque de velocidad iva sobrado para disparar a mano como lo hice, para que las traviesas de la parte izquierda estuviesen enfocadas. Me agache un poco para que las traviesas resaltasen más sobre el cielo azul y realzar sus caprichosas formas.