Con cierta tristeza hemos vuelto del Hayedo de Tejera Negra en Guadalajara. El grupo de amigos que íbamos esperábamos ver el bosque húmedo y los arroyos rebosantes de agua o al menos con algo de agua, pero no fué así, al contrario, las altas temperaturas que tenemos las últimas semanas y la escasez de lluvias, ofrecían un escenario seco acompañados del inexistente rumor del agua, al que estábamos acostumbrados de otros años. A pesar de todo no hemos perdido el viaje porque las hayas estaban en su punto otoñal, y con las primeras luces del día pudimos fotografiar por el interior del hayedo.
Os dejo una muestra de lo que hice ayer.