Con un buen cielo tenemos ya media foto hecha. En el paisaje no siempre encontraremos nubes de esas que dices !vaya cielo¡ y empiezas a frotarte las manos porque sabes, casi con toda seguridad, que tienes una buena imagen ante tus narices. Ahora nos faltaría la otra parte de la foto, la de la parte terrestre. Si tienes la suerte de encontrarte en el sitio justo y en el momento adecuado, con motivos interesantes para contrastarlos con la nubes, entonces ya te pones nervioso mirando, corriendo y buscando ese encuadre que realmente te guste y te llene de gozo al encontrarlo.
Para los fotógrafos de paisajes son momentos especiales que no se pueden describir. Suerte y a por ellos.