Introducción a la fotografía de paisajes

  Obtener una bella fotografía de un paisaje natural no es tan fácil como se piensa. No se trata solo de llegar al sitio y apretar el disparador de la cámara. Por eso muchas veces al regresar a casa después de un estupendo viaje, nos llevamos alguna desagradable sorpresa al ver los resultados. Ahora con las cámaras digitales hay menos riesgo de equivocarnos, ya que podemos ver la foto en el momento y corregirla . Pero aunque la tecnología nos ayude, no es la garantia de obtener una foto perfectaa y espectacular,  se necesitan algunos ingredientes más como: una bonita luz o una composición agradable, entre otras cosas. En proximas entradas hablaré y expondré fotos comentadas sobre mi experiencia en la fotografía de paisajes.

                                                                          Objetivo 24 mm

   Robert Caputo, fotógrafo de National Geographic, habla así sobre los paisajes: Son uno de los temas más complicados; cuando la belleza de un paisaje nos conmueve, recorrer con nuestros ojos toda la escena y contemplar su grandiosidad a la vez que los pequeños detalles constituye una experiencia absoluta, porque no sólo son excitantes los elementos visuales del paisaje: también el suave murmullo de las hojas acariciadas por el viento, el rumor del arroyo, el olor del aire y la caricia del viento nos embelesan. Estar allí es lo que hace que un paisaje sea realmente fascinante. El desafío está en cómo captar esas impresiones, cómo trasladar esa grandeza a las dos dimensiones de un trozo pequeño de película. Para lograrlo es preciso pensar, tener paciencia y, a menudo, realizar un esfuerzo físico. No es necesario ser profesional para hacer buenas fotografías, pero sí pasar mucho tiempo con la cámara”

   El resalta también que una foto tiene que tener un centro de interés, algo que resulte interesante al observador, si no la fotografía no transmitirá nada. Este es uno de los pilares principales de una buena fotografía, que despierte el interés en el observador. Una foto puede tener interés de muchas maneras: por la composición, por la luz, por el color, por las formas, por la singularidad del motivo, etc…

                                                                              Objetivo 35 mm

   Al hilo de lo anterior Galen Rowell, a quien  por cierto lo considero como el maestro del que aprendí y sigo aprendiendo muchas cosas, en su libro Luces de Montaña, dice: “En la creación fotográfica deben concurrir tres elementos diferentes: pericia técnica, buena luz y una visión personal indentificable. El primero de estos elementos puede aprenderse. El segundo se puede descubrir con mucha más frecuencia de lo que uno puede imaginarse. El tercero –el más esquivo de los tres- suele comprenderlo cada uno a un nivel intuitivo, aunque no siempre es fácil llevarlo a la practica”. Y ahora que el formato digital ha llegado cobra más fuerza otra de sus afirmaciones: “Los estilos fotográficos basados en las calidades de la luz y de las formas continuarán siendo válidos independientemente de cómo evolucionen las tecnologías”

Charlie Waite, es un reconocido fotografo paisajista que comienza así uno de sus libros: “No siempre resulta fácil hablar, ni siquiera pensar, acerca de algo que hacemos de manera natural e intuitiva”. Me parace muy acertada esta frase. Ante todo la fotografía de paisajes tiene mucho que ver con el sentimiento, con el estado de ánimo o los gustos personales del fotógrafo.

                                                                    Objetivo 150 mm

Según mi experiencia, en la fotografía de paisajes intervienen una serie de cosas como, la pasión por la naturaleza, la constancia, el afán de descubrimiento, el punto de vista personal, el manejo del equipo, la intuición o la suerte entre otras cosas.

 Es importante prestar atención a nuestros sentimientos y darnos cuenta cuando estemos conectados con el paisaje, uno de esos momentos creativos que donde mires ves una foto y no dejarlo escapar. Eso se nota cuando estas fotografiando tan concentrado que te olvidas de todo lo demás. Cuando coincide que tienes ganas de fotografiar y estas en un lugar que te gusta, las fotografías surgen solas, tienes una facilidad especial para verlas, se produce esa mágica fusión entre el entorno y tu ser más profundo. De vez en cuando suele suceder esto, sales a fotografiar un rato y nunca ves el momento de regresar a tu casa porque estas tatalmente entregado al paisaje. Esos momentos tenemos que aprovecharlos.

 Un consejo para aprender es apuntar y analizar como hemos hecho las fotos: diafragma, velocidad, como hemos medido la luz, porque  elejimos una determinada composición,   etc… es importante anotar las cosas y después  en casa revisarlas y saber porque hemos hecho esto o aquello para corregir y mejorar la próxima vez. Tenemos que dedicar tiempo a estudiar las imágenes, ver porque una nos gusta más que otra, comparar luces, encuadres, ver que podíamos haber mejorado y ponerlo en practica la próxima vez, esto es de vital importancia para avanzar. Recuerda que solo podemos llegar a perfeccionar la técnica si somos disciplinados con nuestro método de trabajo, si nos implicamos plenamente con lo que estamos haciendo. A donde vayas intenta hacer fotos diferentes, tus propias fotos. Se original.

                                                                      Objetivo 24 mm

 

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