Una noche me encontraba trabajando en otras labores diferentes a mi actividad fotografíca. En medio del campo lejos de cualquier pueblo, mi única luz era un potente foco. Allí debía permanecer yo toda la noche controlando unas máquinas. Antes de que el cielo oscureciese totalmente, empezaron a volar un batallón de insectos alrededor de un foco de potente luz. Entonces mi mente se puso a interpretar y a imaginar el resultado de una fotografía con varios segundos de exposición con todo aquel lio de trazos amarillos que dejaban los insectos. Como no llevaba la cámara fotografica, con el mobil hice alguna foto para matar el gusanillo, pero me dije que mañana vendría con el trípode y el equipo de fotos.
Al día siguiente antes de que llegasen los insectos a la luz, monté la cámara en el tripode y esperé su llegada. Durante un buen rato disparé fotos con diferentes encuadres y diferentes velocidades de obturación. No era facil porque el foco era tan potente y los insectos volaban tan pegados al él, que la luz producía reflejos en mi lente. Así que con las condiciones que había y la imaginación hice lo que pude.
Cámara Nikon D700. Objetivo Nikkon 28-70 AFS f:2,8. Trìpode. Cable disparador. Exposición 4 segundos y f:8.
Fantásticas fotografías Antonio.
Una vez mas nos das una lección de que en cualquier lugar se puede conseguir una buena fotografía.
Enhorabuena por el blog, da gusto que un maestro explique su trabajo con tanta claridad y sencilez.